¿Por qué algunos vinos vienen con un tapón de corcho y otros no?¿Qué importancia tiene el corcho para el vino? Si alguna vez te has hecho alguna de estas preguntas, estás en el sitio indicado.

Comenzaremos hablando sobre el material en sí. El corcho se obtiene de la corteza del alcornoque. Este árbol crece principalmente en España, Portugal y Francia, siendo España la segunda potencia corchera del mundo. El alcornoque es capaz de vivir hasta doscientos años y se recolecta el corcho cada 9 años, periodo que tarda en recuperarse la corteza. El corcho se eligió como material gracias a sus dos características más significativas, la porosidad y la impermeabilidad. A estas podemos sumarle que su fabricación es amigable con el medio ambiente y es biodegradable.

La porosidad del corcho es muy importante para el vino. Para que el vino pueda envejecer necesita oxígeno, lo que le dará cuerpo y personalidad con el tiempo. Gracias a la porosidad del corcho, el oxígeno puede penetrar en el vino permaneciendo cerrado para que así no le entren bacterias o moho.

¿Por qué usamos corcho para tapar el vino?

Bien es cierto que el corcho también necesita algunas condiciones para poder mantenerse en óptimas condiciones. Una de ellas es mantenerse hidratado. Debido a esto, el almacenamiento de las botellas se debe de hacer de manera que el vino toque permanentemente el cocho.

Pese a todas las ventajas y grandes características que tienen los tapones de corcho, tiene un gran enemigo.

El TCA, enemigo número uno del corcho

El 2,4,6-Trichloroanisol, más comúnmente conocido como TCA, es un hongo que puede aparecer en el corcho. Dicho hongo, en contacto con el vino, le otorga un cierto y temido sabor a humedad. Si detectamos este olor en el vino, deberá de ser desechado.

Debido a esto, el uso de corchos sintéticos se ha extendido en los últimos años. La ventaja de este tipo de corchos es no se ven afectados por el TCA. Además, no deben de mantenerse hidratados por lo que no tendremos que almacenar el vino en horizontal.

Sin embargo, estos tapones no son aptos para todos los vinos ya que ese tipo de corcho no permite la entrada de oxígeno. Esto hace que no sean aptos para vinos que van a tener una larga evolución en la botella. Se emplean más bien para vinos jóvenes que se van a consumir en el año.

La Bodega Bernardo Harapa utiliza en su embotellado corcho natural, concrétamente de la marca AMORIM. Corticeira Amorim es la mayor empresa productora de corcho natural del mundo.